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Biografia de
Ramón Freire Serrano
Ramón Freire Serrano
Ramón
Freire Serrano, nació
en Santiago el 27 de noviembre de 1787. Hijo del Capitán de Caballería
Don Francisco Antonio Freire Paz y Doña Gertrudis Serrano Arrechea,
casado com Carmem Serrano (su prima) Sus primeros estudios
los realizó en Concepción. Su padre debió trasladarse a Lima, donde se
dedicó a actividades comerciales. Ramón continuó sus estudios en esta
capital hasta su término, aunque su padre falleciera prematuramente.
En 1805 regresó con
su madre a Concepción, a casa de don Manuel Serrano. Ese mismo año,
cuando aún no cumplía los 18 años, se embarcó como sobrecargo en la
fragata Begoña, en la cual navegó durante cinco años, hasta que fue
despedido debido a que su presencia fue considerada peligrosa, ya que se
había declarado el movimiento emancipador en Chile.
Considerando lo
anterior, Freire ingresó en 1811 al Regimiento de Caballería Dragones de
la frontera, como cadete. En 1813 ya era Teniente que se destacaba por su
audacia y sus condiciones para cumplir misiones de incursión en el campo
enemigo.
Durante la campaña
del Brigadier español Antonio Pareja, participó en acciones de guerrilla
del ejército del Brigadier José
Miguel Carrera Verdugo.
Siendo Capitán, se
destacó en la toma de Talcahuano el 28 de mayo de 1813.
El 6 de junio de
1813, dirigió las acciones que para tomar al abordaje la fragata Thomas,
capturando 38 oficiales destinados al ejército real y apoderándose de
cien mil pesos en efectos y monedas.
Se destacó por su
coraje y valentía en el sitio de Rancagua el 1 y 2 de octubre de 1814.
Como todos los
patriotas, tuvo que emigrar a Mendoza, desde donde se dirigió a Buenos
Aires para incorporarse a un crucero ofensivo por el Pacífico que
efectuaría el Comodoro Guillermo Brown en octubre de 1815. Se embarcó en
el Halcón, al mando de un destacamento de infantería, compuesto casi
completamente por chilenos. En Guayaquil se apodera a la bayoneta del
castillo Punta de Piedra, que protegía la entrada a la ciudad. Después
de numerosas incursiones, regresa a Buenos Aires a mediados de 1816.
Se incorpora como
Teniente Coronel al Ejército de los Andes, comandando la sexta columna
que ingresa a Chile por el Planchón . El 4 de febrero de 1817 derrota a
los realistas en el Combate de Cumpeo .
Una semana después
ocupa Talca y el 9 de marzo se apodera de Linares. Siete días después
ocupa Chillán. Participa en el Combate del Gavilán, en Concepción, el 5
de mayo de 1817.
Posteriormente, se
distingue en el ataque a la plaza fuerte de Arauco, el 28 de mayo de 1817.
Otra brillante
victoria sería la de Tubul, después de la cual fue ascendido a Coronel.
La nueva expedición
del Brigadier español Mariano Osorio, obligó a los patriotas a retirarse
hacia Santiago. Freire protegió la retaguardia, combatiendo en
Quechereguas el 15 de marzo de 1818 y en Cancha Rayada el 19 de marzo del
mismo año.
En la batalla de Maipú
el 5 de abril de 1818, la carga de la caballería a su mando, junto con la
del Comandante Bueras, fue decisiva para la obtención de la victoria.
El 25 de enero de
1819, el Director Supremo Bernardo
O'Higgins Riquelme, lo nombra Intendente de Concepción.
El 22 de enero de
1820 recala a la bahía de Concepción la fragata "O'Higgins",
al mando del Lord Thomas
Alexander Cochrane, quien teniendo un plan para apoderarse de la plaza
fuerte de Valdivia, solicita ayuda a Ramón Freire, pues requería de
tropas para efectuar los desembarcos que tenía concebidos.
Freire entusiasmado
con el plan del Almirante, le entregó sus mejores oficiales y tropas al
mando del Sargento Mayor Jorge
Beauchef Isnel, sin consultar al gobierno central y bajo su entera
responsabilidad. Los hechos posteriores y la toma
de Corral de Valdivia por Lord Cochrane, constituyen una hazaña de la
historia naval, se pudieron realizar gracias a la visión de tan destacado
patriota, que sacrificó parte de sus fuerzas para combatir a la
resistencia española, que bajo las órdenes de Vicente Benavides
continuaba en la forma de guerrilla, asolando las ciudades al sur de
Concepción.
Freire derrota
posteriormente a Benavides en el combate de la Alameda de Concepción el
27 de noviembre de 1820.
En 1822 la situación
del Director Supremo Bernardo O'Higgins era bastante crítica, pues su
Gobierno se encontraba desestabilizado por sus detractores, especialmente
en la provincia de Concepción donde se convocó a un congreso provincial,
que declaró la independencia del Gobierno de Santiago. Freire apoyó
dicha determinación abriendo las hostilidades en contra de su amigo, que
terminarían con la abdicación de éste.
Dimitido O'Higgins,
la asamblea constituyente nombró al General Ramón Freire Director y Jefe
Supremo suplente del Estado, asumiendo el mando interinamente el 4 de
abril de 1823 y en propiedad el 21 de agosto del mismo año.
Durante su gobierno
se destacaron hechos tales como la sanción a la ley que abolió la
esclavitud y el Decreto Supremo que disponía suprimir la palabra Patria y
ser reemplazada por Chile en los documentos oficiales.
Pero el hecho más
notable de su gobierno fue la liberación
de Chiloé, después de un fracasado intento en 1824. Freire encabezó
personalmente la segunda expedición a Chiloé, que en Bellavista, a
orillas del estero Pudeto venció al Coronel español Antonio de
Quintanilla. El 19 de enero de 1826 se firma el tratado de la
independencia de Chiloé y su anexión a Chile.
Los trastornos políticos
y las ambiciones de los opositores hicieron que Freire renunciara y
entregara el poder al Almirante Manuel
Blanco Encalada el 9 de julio de 1826.
Las presiones políticas
continuaron y la sucesión en el mando de la nación pasaba de mano en
mano. El 27 de febrero de 1827 es elegido Presidente de la República,
pero vuelve a renunciar el 5 de mayo de 1827.
Debido a problemas
con las elecciones de 1829, vuelve a tomar el mando, pero estalla la
revolución y es vencido por el General Joaquín
Prieto Vial, en Lircay el 17 de abril de 1830, siendo dado de baja y
desterrado a Perú.
En 1836, mal
aconsejado por los líderes de la Confederación Perú-boliviana, Mariscal
Andrés de Santa Cruz y General Luis Orbegoso, se prestó para comandar
una expedicion destinada a derrocar al gobierno de Joaquín Prieto Vial.
Fracasada ésta, fue tomado prisionero y sentenciado a muerte por un
Consejo de Guerra. La Corte marcial revocó la sentencia y lo condenó a
diez años de destierro, por lo que fue enviado a las islas Juan Fernández.
Debido al
conocimiento del gobierno de Chile, que el Mariscal Santa Cruz intentaría
rescatar a Freire, dispuso que la goleta "Colo
Colo", al mando de Leoncio
Señoret Montagne lo trasladara el 14 de marzo de 1837, al puerto de
Jackson, cerca de Sydney, Australia.
A fines de ese año
logró viajar a Tahiti, donde fue recibido por el rey del nácar y las
perlas, Jacques Moerenhout, casado con la chilena Petronila García de la
Huerta, quien mantenía un tráfico marítimo con sus veleros, entre
Valparaíso y Papeete.
A través de
Moerenhout, Freire conoció a la reina Pomare IV, llamada Pomaré Vahine,
que impresionada por su bizarría y carácter, lo nombró su favorito.
Cuando Inglaterra y
Francia presionaban por anexar para sus países a las Islas de la Sociedad,
la reina Pomaré IV lo nombró Embajador Plenipotenciario ante el Capitán
de Navío Abel-Aubert Dupetit Thouars que comandaba la flota francesa que
amenazaba con usar la fuerza para obtener su propósito. Freire convenció
al Comandante Dupetit Thouars de colocar bajo el protectorado de Francia a
dicho archipiélago, lo que se realizó en 1842.
Regresó a Sudamérica
en 1839, a Cobija primero y luego en Sucre hasta fines de 1841.
Regresó a Chile
gracias a una ley de amnistía dictada por el nuevo Presidente de Chile,
General Manuel Bulnes Prieto.
El insignia patriota
falleció el 9 de diciembre de 1851, dejando a la historia el juicio de su
trayectoria militar y política.
Fonte: http://www.armada.cl/site/tradicion_historia/historia/biografias/172rfrei.htm
Gobierno de Ramón Freire (1823 - 1826)
Ramón Freire nació en Santiago el 29 de noviembre de 1787, hijo de Francisco Antonio Freire y Paz y de Gertrudis Serrano y Arrechea.
Trabajó desde los dieciséis años. En Concepción fue dependiente de la casa de Comercio de la familia Urrutia Mendiburu; después, fue sobrecargo del buque mercante de dicha compañía entre Talcahuano y los puertos del Perú.
En 1811, a los veinticuatro años, ingresó como cadete al ejército, al escuadrón Dragones de la Frontera. En 1813, ascendió al grado de teniente, participando en las batallas de Curapalihue, Huilquilemu, Talcahuano, El Roble y El Quilo, entre 1812 y 1814.
A la fecha de la batalla de Rancagua en 1814, contaba ya con el grado de capitán. Luego del combate, partió a Buenos Aires.
Estuvo casado con Manuela Caldera Mascayano.
En 1816, se incorporó al Ejército de los Andes. Ahí, bajo las órdenes del general José de San Martín, fue enviado a tomarse la ciudad de Talca. El 11 de febrero de 1817 estaba asentado en su plaza, en la víspera de la batalla de Chacabuco. Después, combatió en la lid de Cerro Gavilán en 1818.
En 1819 fue nombrado Intendente de Concepción. El 25 de noviembre de 1820, en la batalla de las Vegas de Talcahuano, Freire venció al realista Vicente Benavides.
A comienzos del año 1823 manifestó su disconformidad con la dictadura de Bernardo O’Higgins. Luego de la abdicación de éste, el 4 de abril de 1823, fue elegido Director Supremo Provisorio de la nación.
Derrotado en la batalla de Lircay, debió luego emigrar a Tahiti, ya que había sido enjuiciado y condenado a muerte. Ramón Freire murió el 9 de septiembre de 1851.
Las vicisitudes de su gobierno
La Junta que reemplazó a O’Higgins no hizo más que elegir, ese 4 de abril de 1823, un Director Supremo provisional, mientras se reunía otro Congreso General Constituyente, y la elección recayó en la única persona que estaba en condiciones de tomar el mando, porque disponía de la fuerza y había encabezado la rebelión: Ramón Freire. Militar joven, de 35 años de edad, que había prestado servicios en las campañas de la independencia. Pero con un defecto importante: no poseía condiciones de estadista. Tomó como primer ministro a Mariano Egaña, y se asesoró del Senado Conservador.
Entre sus intenciones, se cuenta el tratar de abolir los títulos honoríficos a los individuos tales como los de "excelentísimo" o "ilustrísimo señor", y además, aquella Legión de Mérito creada por O'Higgins. Trató también de abolir la pena de azotes, más que corregir, dañaba en su moral y anatomía a los reos. Sin embargo, una reforma consiguió, aunque con no pocos obstáculos: fue la abolición definitiva de la esclavitud. Se recordará que el primer Congreso chileno había abolido, en 1811, esta desgraciada institución, pero que tal medida no había de tener efecto sino para los hijos de esclavos nacidos en Chile y para las personas que en esa condición llegaran al país. Esta vez una resolución del Senado, sancionada por el Ejecutivo, la hizo efectiva para todos los esclavos que aún había en Chile (1823).
A mediados del año 23, hubo elecciones generales. Participaron en ella los dos bandos que existían. Por un lado el pelucón, compuesto por la aristocracia, el clero y algunos elementos modestos, sin diferenciarse en conservadores, liberales, aristócratas o estanqueros. El otro equipo, el de los pipiolos, estaba compuesto por quienes se habían disociado de la aristocracia y otros de ideas heterogéneas.
El 13 de agosto de 1823, juraron los integrantes del nuevo Congreso.
Freire renunció a su cargo interino y se mudó a Rancagua, dejando la administración de la nación en poder de sus ministros. El Congreso dio como solución la designación de Freire como Director Supremo en propiedad, no interino, siendo elegido por unanimidad el 18 de agosto.
En el plano educacional se intentó reformar el plan de estudios del Instituto Nacional, incorporando a las artes y oficios manuales; se creó una Junta de Educación, para que tuviera a su cargo la vigilancia y dirección de este servicio y propusiera al Gobierno los adelantos que creyese oportunos, y se fundó una especie de institución universitaria, destinada al cultivo y difusión de las ciencias, con el nombre de Academia Chilena. Tampoco estas iniciativas prosperaron y sólo subsistieron en calidad de aspiraciones.
La Constitución moralista de 1823
El Congreso Nacional sancionó, pese a la desconfianza de Freire en dicho cuerpo legal, la Constitución republicana, promulgándose ésta a fines de 1823, por lo cual este cuarto ensayo de código fundamental (los otros databan de 1812, 1818 y 1822) lleva el nombre de Constitución del año 23.
Fue redactado por Juan Egaña. Estableció los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial; un Director Supremo que ejercía el primero. Un Congreso, el cual residía en dos cámaras, una de senadores, que funcionaba permanentemente, y una de diputados, que no funcionaba sino previa convocatoria especial. Pero lo especial de esta Constitución era que intentaba reglamentar la vida privada, lo mismo que la vida pública. De allí que se le denomine también Constitución moralista. No duró más que medio año.
La Crisis Financiera
El problema más grave de esta administración, era el estado de la economía como consecuencia de un descenso en la producción del país y un aumento en los gastos fiscales. Además, el crédito contratado antes en Londres, y cuyos intereses eran sumamente crecidos, impuso al gobierno preocupaciones muy serias, porque debiendo invertirse en obras de beneficio general, casi todo se había dedicado a salvar compromisos urgentes que no tenían ese carácter. Entre las muchas medidas para hacer frente a esa situación, figuró como más importante la entrega a un concesionario particular del estanco del tabaco y de otras especies (naipes, té y licores extranjeros), bajo la condición de pagar los dividendos del empréstito.
El monopolio de esos artículos, que antes tenía el Estado, pasó a ser ahora (1824) el privilegio de una sociedad mercantil que giraba bajo la razón social de Portales, Cea y Cía. y de la cual era gerente el comerciante Diego Portales, que pronto iba a adquirir gran notoriedad. Este arreglo no duró, sin embargo, más que dos años. La empresa no hizo negocio, no pudo cumplir sus compromisos en cuanto al empréstito y hubo de quitársele el monopolio para devolverlo al Estado.
Otro hecho importante fue la confiscación de los bienes del clero regular, al que se agregó una reforma completa de sus constituciones. Esas medidas provocaron el rompimiento brusco de las relaciones entre la Iglesia y el Estado, rompimiento que se venía diseñando desde los últimos años del Gobierno de O'Higgins. Este hecho hizo que las relaciones derivaran en el envío de un emisario a Roma para que se entendiera personalmente con Su Santidad. Se recordará que se encargó de esta misión el presbítero José Ignacio Cienfuegos.
No obstante los inconvenientes que allá se le opusieron, porque el Papa se negaba a reconocer la soberanía de las nuevas repúblicas, Cienfuegos consiguió que se mandara a Chile una misión apostólica, con el especial propósito de normalizar la situación religiosa del país. Fue designado por el Pontífice para el desempeño de esta misión el vicario Juan Muzi, quien llegó a Chile en 1824. Aquí estaba él cuando se dictaron las mencionadas disposiciones sobre la reforma e incautación de bienes del clero.
La Incorporación de Chiloé
Un punto importante e indispensable era completar la dominación nacional con la incorporación del archipiélago de Chiloé al territorio chileno. Cuando Freire fue elevado al poder, todavía sustentaba allí la bandera española el general Antonio Quintanilla. El Director, que antes de todo era militar, dirigió dos campañas sobre la isla grande del archipiélago: las batallas de Pudeto y Bellavista, en la última de las cuales triunfó sobre el jefe realista y quedó izada para siempre la bandera de Chile en las fortificaciones del puerto de Ancud. Con la firma del tratado de Tantauco, el gobierno de España reconoció la incorporación definitiva de Chiloé al territorio nacional.
Con la toma de Chiloé, la larga lucha por obtener la independencia llegaba a un término final irrevocable, y ello no solamente en Chile, sino en todas las colonias de España en América, a excepción de Cuba y Puerto Rico. No obstante, el rey Fernando VII seguía manteniéndose en actitud hostil contra los nuevos estados y negándose a reconocerles su soberanía.
En tanto, el Presidente de los Estados Unidos, Monroe, quien había reconocido la soberanía de las nuevas repúblicas, formuló en 1823, con motivo de aquella presunta intromisión, la celebre teoría internacional que se conoce con el nombre de doctrina Monroe, según la cual su Gobierno sostenía que “el continente americano no debía considerarse en lo sucesivo como campo de colonización para las potencias europeas" y que, en cuanto a las nuevas naciones constituidas en el, "no podía mirar sino como disposición hostil para los Estados Unidos cualquier intervención de alguna de esas potencias que tuviera por objetivo oprimirlas o contrariar de cualquier modo sus destinos". La teoría, “América para los americanos”, causó gran alarma en Europa, menos en Inglaterra, que estaba de acuerdo con los Estados Unidos para reconocer por su parte las repúblicas americanas, como efectivamente reconoció algunas –aunque no Chile entre ellas– en 1825.
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Fonte: http://www.profesorenlinea.cl/chilehistoria/presidenteschile/FreireRamon.htm